El juzgado de lo Social número 1 de Cuenca ha declarado accidente de trabajo la muerte por infarto de un camarero minutos después de recibir la carta de despido que le remitió su empresa a su casa, donde se encontraba de baja laboral.

El reconocimiento judicial del origen laboral de la causa de la muerte del trabajador conlleva importantes mejoras económicas para la familia del fallecido, que verán incrementadas sus pensiones de viudedad y de orfandad y tendrán derecho a percibir las indemnizaciones legales previstas tanto en la normativa sobre Seguridad Social como en el convenio colectivo que le era de aplicación a la víctima. Ver la noticia completa.

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